Jack Johnson en Buenos Aires 2011

Crédito foto: TELAM

Ayer pude ver en vivo en el Quilmes Rock 2011 a Jack Johnson, un artista que descubrí hace un tiempo y que es uno de los pocos que consigue hacerme escuchar sus discos enteros. Que incómodo me resulta usar la palabra «artista» desde que Operación Triunfo masacró esa palabra, pero creanme, el tipo es un artista de verdad. Igualmente creo que más que artista, Jack Johnson es un músico en todo el sentido de la palabra.

Durante casi dos horas él y su banda me dieron la impresión que los tipos se juntaron de casualidad para hacer unos temitas, enchufaron sus instrumentos sin efectos casi como si estuvieran alrededor de un fogón, y dicen: «che… ¿hacemos este tema? Y dale…».

Dicen que un showman es aquel que conduce a una multitud con una sola mano, y cuando escucho esa palabra se me vienen imagenes de Paul Stanley o Freddie Mercury, por nombrar un par nomás. Ustedes saben, la imagen del tipo con micrófono en mano, con un juego de luces increíble y una multitud saltando y delirando a cada movimiento de sus manos. En otras palabras, el showman consigue meternos en su mundo, llevarnos a donde él quiere, emocionalmente hablando.

Y ayer fuimos una multitud de 22.000 personas y una de las primeras cosas que me llamó la atención es como el tipo me transportó a ese bar perdido de Los Angeles en donde descubrís esa bandita que te enamora y que te convierte en fan casi automáticamente. Por favor, que placer escuchar el sonido de una guitarra acústica bien limpia, en donde Jack hizo yeites y dibujos siempre tranquilo y en control absoluto.

O sea, pongámonos en situación… ahí habían 22.000 personas en plena Capital Federal, un Jueves, en donde seguramente el trabajo, la ciudad, o ambos los habrá tensionado. Y si tuviste un día tranquilo, seguramente no la pasaste bien buscando donde dejar el auto, el taxi te cobró una fortuna porque estaba todo cortado o viajaste en un colectivo hasta las manos. En ese contexto Jack Johnson consiguió transportarnos a mi y a muchos más hacía algún lugar donde no habían relojes, ni mala onda, ni nada que impidiera disfrutar de una reunión con amigos y buena música.

Arrancó con «You And Your Heart«, que es un tema que «explota» casi al minuto de haber empezado donde entra el resto de la banda. En la típica tradición del rock de estadios, yo esperaba que ahí el sonido me volara la cabeza o al menos que el bajo me empezara a pegar en el pecho. Pero no, todo estaba al nivel justo y necesario para que todo sea escuchado y disfrutado con absoluta claridad.

Sería injusto decir que la banda lo acompañó, porque están todos a su nivel y él los trata como iguales. Eso si, me sorprendió el tecladista Zach Gill, con una voz impecable que lució en un tema donde él cantó solo una parte, y como pieza fundamental para la música de Johnson, donde el piano, el teclado Hammond y una melódica son casi tan importantes como la guitarra de Jack para crear climas o hacer solos en donde el virtuosismo está enfocado en función de la canción.

Si de Metallica dije que fueron una aplanadora, de Jack Johnson puedo decir que fue una masa. Una masita fina, en realidad.

En resumen, ver a Jack Johnson fue disfrutar de la música en su estado más puro, sin efectos, sin grandes escenografías. Consiguió la proeza de hacerse sentir cercano a pesar de estar con tanta gente. Paz absoluta. Disfrute pleno. Me quedé con ganas de volverlo a ver hoy.

Pero hoy me voy a ver a Mötley Crüe, y esa es otra historia…

Links:
Sitio oficial de Jack Johnson
Sitio oficial de Zach Gill (teclados, voces)
Sitio oficial de Adam Topol (batería)
Reportaje a Merlo Podwleski (bajo)

 

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